Su historia
resumiendo con miradas las palabras que nunca dirán,
confundiendo deseo con sentimientos,
sustituyendo necesidades por apariencias.
El compartió su soledad,
ella obtuvo el consuelo que necesitaba.
Mientras seguían aferrándose a una mentira
que resulta más conveniente que aceptar su propia miseria.
Cayendo cada vez más profundo
en el abismo de un mundo inexistente,
en total ignorancia de su entorno, o de su final,
sin la más mínima noción lo que les deparan sus vidas,
entendiendo la felicidad como la sensación
de sentirse mejor acerca de si mismos
y la convivencia como la privación de las libertades,
sin el valor suficiente para afrontar las verdades
cierran sus ojos y tratan de convencerse a sí mismos,
tratan de creer en las verdades prefabricadas,
verdades que han construido a partir de la más grande
de las mentiras: Su historia.