Una tarde con el abuelo
Conversaciones entre risas,
agasajo agradable,
confidencias compartidas,
plácido aprendizaje.
Lecciones de ortografía,
de la vida filosofías
y el nuevo escrito del día
para la bitácora de mi vida:
LUNA
I
Yo te he visto, hermosa luna,
bañándote en el jagüey,
dando encajes al merey
y arropando la laguna;
también a punto de una
montada en la madrugada,
en los ojos de mi amada
te vi jugar consecuente,
cuando mi canto vehemente
cosechaba embelesada.
II
Alimentabas gozosa
a esa fuente de ilusiones
propia de dos corazones
en su etapa más hermosa.
Hacia su alma candorosa
sutil mi alma se alargaba
en tanto tú transmutabas
en azahares y palomas,
lo esmeralda de la loma
que entre yo y ella mediaba.
III
Te miré platear la estancia
que se acunaba en la fronda,
donde concebía tan honda
mi bienamada esperanza:
imagen que en lontananza
de pielcanela se viste,
un recuerdo que persiste
para juntarme con ella
en su lejanía de estrella
que su presente reviste.
IV
Al ser mi flor pensativa
transferida de plantío,
sollozaron junto al río
tú y mi alma sensitiva.
Fuiste solidaria amiga,
compañera de caminos;
con diferentes destinos
tú y yo, como yo y mi amada,
comunión idealizada
intensamente vivimos.
V
Cuando en romántica ronda
se haga el rubor en tus horas,
búscala por mí en la aurora
cabalgando en nueva onda,
y dile que aunque hoy responda
a nuevas motivaciones,
los ensueños y emociones
que compartimos contigo
será un fuego votivo
en nuestros dos corazones.
Teodardo González.
Piacoa (Delta Amacuro), Agosto de 1951
1 comentario:
Awwwwwww!!!!!! Me encanto^^
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