domingo

Estereotipos

En la podrida y decadente sociedad actual muchas son las virtudes que se han perdido y, peor aún, mucha la hipocresía propagada a través de los estereotipos comúnmente aceptados y que son parte esencial de la misma. Debido a estos estereotipos, o normas que rigen nuestra conducta, hemos perdido nuestra identidad, nuestra individualidad y hasta nuestro punto de vista, mientras seguimos viviendo y juzgando por patrones que permiten que un solo elemento del individuo, su sexualidad por ejemplo, defina todos los demás aspectos que conforman algo tan complejo como la personalidad del mismo.
Si eres mujer estás supuesta a tener emociones y sueños, inseguridad y celos, no debe gustarte el sexo, eso te dará mala reputación, sólo los hombres pueden alardear sobre la cantidad de sexo que tienen. Tú sólo debes disfrutar el sexo con tu pareja, el cual será apenas el segundo con el que has estado. Aficiones como las fiestas, las salidas nocturnas y el alcohol no son propias de una “buena” muchacha y están reservadas para hombres y prostitutas. Dios te libre de tener sexo mientras vivas en la casa de tus padres, tu madre se sentiría destrozada y tu padre jamás te lo perdonaría, debes seguir siendo casta y “pura” mientras a tu hermano menor le compran condones a sus catorce años.
Debes casarte antes de los 30 años, de lo contrario tú tienes la culpa de que ningún hombre quiera casarse contigo. Una vez casada debes atender a los niños (incluido el cual con el que te casaste), preparar la comida, trabajar, lavar la ropa y estar instantáneamente lista para hacer el amor con tu esposo cada vez que éste así lo disponga.
Si eres hombre debe gustarte el sexo más que ninguna otra cosa en el mundo y todo lo que hagas debe estar orientado a pensar, hablar o conseguir sexo, ninguna otra actividad puede anteponerse a la de acostarse con alguna mujer. No estás supuesto a mostrar sentimientos ni emociones y mientras mayor sea la cantidad de malas acciones que le hagas, o alardees de haberle hecho a tu pareja, mas admirado serás entre tus amigos del mismo sexo y mas “hombre” te considerarán. Debes mirar a cada mujer atractiva que pasa y decirle el comentario más obsceno y sexualmente explícito que se te ocurra, prestando primordial importancia a partes como las piernas, los senos o el trasero.
Yo veo las caras, y si veo alguna realmente linda quiero escribirle un poema… no soy mejor, soy lo que soy, nunca quise ser diferente, sólo ser yo mismo.
Mientras continuemos viviendo, aceptando y juzgando por los estereotipos nunca conoceremos a la persona, nunca conectaremos con el individuo, nunca seremos nosotros mismos.

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